Magistrados electorales con sueldo millonario / Vale al Paraíso
En el mapa se localizan el México de carne y hueso, el real, y el México de la opulencia, el de los altos salarios para los magistrados encargados de impartir justicia electoral.
En el primero convergen muertos y heridos, dolor y llanto, necesidades y urgencias, atención y reconstrucción, recursos económicos y solidaridad nacional, para atender a los mexicanos desgraciados por los sismos del 7 y 19 de septiembre.
En el segundo coinciden el atraco, la irracionalidad y la desbordada voluntad política para derrochar, a manos llenas, el dinero del contribuyente.
La historia de hoy y una mentada de madre es lo mismo.
En el México de la desgracia se diagnostican 12 mil 931 escuelas dañadas y se calculan 13 mil millones de pesos para la reparación de los inmuebles; se registran 150 viviendas siniestradas y se estiman 10 mil millones de pesos para la reparación total o parcial de éstas; los daños en la infraestructura y en patrimonio cultural ascienden a 8 mil millones de pesos; y se están destinando 6 mil 500 millones de pesos, específicamente, para Chiapas y Oaxaca.
En el Aguascalientes adinerado, 15 diputados aprobaron que los magistrados del Tribunal Electoral local, Héctor Salvador Hernández Gallegos, Claudia Díaz de León González y Jorge Ramón Díaz de León Gutiérrez, obtengan un salario
mensual de 150 mil 254 pesos, es decir, un millón 803 pesos al año, cinco mil pesos diarios, 714 pesos cada hora, según se quiera calcular.
Los legisladores que votaron por el placer de gastarse el dinero ajeno responden a los nombres y partidos siguientes: del PAN, Juan Guillermo Alaniz de León, Paloma Cecilia Amezquita Carreón, Gustavo Báez Leos, Raymundo Durón Galván, Karina Ivette Eudave Delgado, Jaime González de León, Martha Elisa González Estrada, Jesús Guillermo Gutiérrez Ruiz Esparza, Francisco Martínez Delgado, Salvador Pérez Sánchez y María Cristina Urrutia de la Vega; del PRI, Nidia Acosta Lozano y Sergio Javier Reynoso Talamantes; del PVEM, Sergio Augusto López Ramírez; y del PES, Jesús Morquecho Valdez.
Las congresistas Claudia Guadalupe De Lira Beltrán (PAN) y Josefina Moreno Pérez (PRI), intencionalmente se salieron momentos antes de la votación, se trasladaron al baño para ejercer el Voto de Mingitorio, de acuerdo al diccionario
del argot legislativo; el secretario de la Mesa Directiva registró la ausencia como una “abstención”, en algo así como el timorato “estoy pero no me comprometo”.
El diputado David Nájera Moreno (PRI) pasó lista y de repente abandonó su centro de trabajo con “permiso”. Y Alejandro Mendoza Villalobos (Morena) estaba enfermito.
El derrotado grupo minoritario, opositor al robo en despoblado, fue abanderado por la parlamentaria Elsa Amabel Landín Olivares (PRI), quien presentó al pleno una propuesta de modificación al dictamen para disminuir a 100 mil pesos, desde 154 mil 254 pesos, el ingreso mensual de los magistrados millonarios.
En tribuna argumentó con datos precisos y macizos, diestros y siniestros. Comparó la disparidad de efectividad laboral y el ingreso salarial: un magistrado de la Sala Civil o Penal gana 135 mil pesos; en 2016 la Sala Penal
desarrolló actividad en 2 mil 371 tocas.
En contraste, la Sala Administrativa Electoral —antecedente del Tribunal Electoral local—, durante le mismo período, resolvió 167 recursos en materia electoral; es decir, agrega Landín Olivares, en el año electoral 2015-2016 los asuntos tramitados ante esta sala no llegaron a 200.
Equiparar a un magistrado con un obrero de Nissan, efectivamente, es aberrante, empezando por la desigual productividad. El primero gana 35 mil pesos a la semana, pero además, en un año sin comicios locales su actividad judicial es nula. El segundo obtiene mil 500 pesos durante el mismo período, labora todo el año (si no trabaja no come) y mantiene su rendimiento promedio durante todo el año.
Ojalá no sea necesario que la madre naturaleza mueva un brazo o levante una pierna sobre Aguascalientes, para que el gobernante razone y valore la correcta dirección del gasto público, aunque le sobren la riqueza los dineros guardados en la bóveda de la tesorería del gobierno del estado.
Las desgracias a la comunidad llegan sin avisar. Toco madera.
Porque alguien debe de escribirlo: El multimillonario presupuesto 2018 para el Tribunal Electoral local, y otras linduras, saldrán de los ingresos generados por el cambio de placas el año próximo.
Los legisladores afilan los colmillos para clavarlos en el bolsillo del contribuyente de Aguascalientes, pero bueno, en las elecciones locales, a celebrase el primer domingo de julio, ya será medirá la memoria del electorado, porque es pecado, no delito, la portación de diputado prohibido.
marigra1954@gmail.com